Las
cremas balsámicas ya forman parte de tu vida. Las usamos para decorar platos, para darles un punto agridulce, como aliño en
las ensaladas, etc. Te voy a dar siete ideas para usar las cremas balsámicas, y espero te sean de ayuda.
Primer uso:
Convertirlas en
gelatina. Solo
necesitamos unas láminas de gelatina, agua y la crema balsámica al gusto. Podremos
añadir también un poco de miel.
Segundo uso:
Podemos transformarlas en una salsa.
Cogemos un bote de crema balsámica de Módena, verter su contenido en un recipiente, ponerlo al fuego, reducirlo lentamente y convertirlo en una salsa, añadirla al magret de pato y vereis que bueno.
Tercer uso:
En la barbacoa.
Mezclar 900 ml de aceite con el contenido de un envase de
crema balsámica de Módena (250 ml), hierbas aromáticas (tomillo, romero,etc.), un
diente de ajo picado o rallado, un poco de sal y pimienta negra. A continuación
introduce en la mezcla una pieza de solomillo de cerdo de 300 gr y la
dejamos macerar en la nevera unas 3 horas. Pasado este tiempo, la sacamos y la asamos en
la barbacoa. Recuerdar que todo lo que asamos en la barbacoa previamente
macerado humeará. Evitaremos la llama viva, cocinar en la brasa para que no se queme
y deja que la carne se haga poco a poco.
Cuarto uso:
Preparar un
entrante diferente. Podemos hacer una mousse de aguacate con
guirlache de cacahuetes y crema balsámica de Modena (Esta receta la prepara un cocinero famoso). Hacer una pasta muy fina
con el aguacate y un poco de azúcar. Montar la nata y le incorporamos la pasta de
aguacate, lo mezclamos bien y lo dejamos enfriar en manga pastelera o en un bol. A
continuación añadir azúcar a una sarten y llevarlo a punto de caramelo. A mitad del proceso añadimos unos cacahuetes ligeramente troceados y unas gotas de
la crema de balsámico. Removemos hasta que el caramelo empiece a tener
consistencia sin dejar que coja color. Cuando empiece el color retiramos de la
sarten y enfriamos rápidamente encima de una mesa bien limpia y de un papel de hornear. Dejamos que el caramelo se enfríe, lo rompemos con una mano de mortero y lo espolvoreamos por encima de la mousse.
Quinto uso:
Marinar un
ingrediente.
Podemos hacer un aperitivo a base de tacos
de atún que dejamos macerar en una emulsión de crema balsámica de Módena, salsa
de soja, sake y aceite de oliva durante media hora dentro del frigo. Pasado
este tiempo lo retiramos y emplatamos. Finalmente, y con la ayuda de un rallador fino, rallamos una zanahoria tocándola lo menos posible (cuando cae encima del atún), para que
coja aire y que forme una pequeña nube encima de los tacos.
Podemos hacer
lo mismo con crema balsámica de manzana.
Sexto uso:
Podemos realzar el
sabor de las fresas.
Maceramos un
puñado de fresas limpias con crema balsámica de Módena, azúcar y piel de
lima. Y lo terminamos con una espuma de yogur de fresas.
Séptimo uso.
Vierte un
chorrito de crema balsámica de Módena por encima de una terrina de helado de
vainilla. Es tan sencillo como sorprendente. Puedes probar también con otras
combinaciones: crema balsámica de mango con helado de chocolate negro, crema
balsámica de frambuesa con pistacho o crema balsámica de manzana con helado de
leche merengada.
Truco para
decorar platos con balsámicos
Existen
muchos utensilios que te permitirán decorar cualquier receta con balsámicos,
por ejemplo, una tostada de queso de cabra y tomates cherry ligeramente
escalibados (asados). Pinta los ingredientes con un pincel de cerdas finas apto para la
cocina y, si te sientes artista, decora también el plato con un pincel de
cerdas gordas. En cualquier caso recuerda: los balsámicos acompañan, no deben
ser protagonistas ni comerse los sabores.
Truco para
realzar el sabor de ensaladas con balsámicos
Podemos marcarnos un tanto a la hora de cenar, acompañando los quesos suaves, los frutos secos,
los frutos rojos, las hortalizas crudas y los escalibados con balsámicos.
Evita casarlos con todo tipo de encurtidos avinagrados, es decir,
pepinillos, alcaparras, boquerones, coliflor o cebolletas.